Lo que tiene que salir

Creo que el ser humano tiende a ser hipócrita. No solo con los demás si no también consigo mismo y con todo lo que su naturaleza humana conlleva. Tal vez en busca de la divinidad o de una superioridad más allá de lo intelectual sobre otras especies negamos las necesidades de nuestro cuerpo.

Las personas excretamos todo tipo de fluidos y sustancias, gaseosas, liquidas y sólidas. Desde sudor, pedos, pus, caca, orina, vomito, semén o fluidos vaginales, cerilla, sangre, saliva, moco; no obstante los negamos, a pesar de que esa es una de las funciones de nuestro cuerpo que nos mantiene con vida.

Todos hacemos cara de asco cuando alguien se saca un moco, o si de casualidad nos cae saliva de alguien con quien hablamos. Preferimos aguantar un pedo si estamos rodeados de gente, que dejarlo salir y aliviarnos; si, tiene un olor característico, pero no siempre, de hecho varía mucho (todos hemos olido nuestros propios pedos, no pueden negarlo). Todo mundo finge demencia si alguien uso el excusado y no jaló.

Jamás alcanzaremos una verdadera paz interior hasta que aceptemos nuestros fluidos, señores. El día que sin ningún problema aceptemos, si, esa cacota la hice yo... ¿y qué?

Y bien..., ¿ustedes que piensan?



Encontrarán también esto en mi blog personal, donde además podrán ver quién es el despreciable de esta semana