Cuando en el 2002 una amiga española, ex chica Almodóvar y gran actriz de teatro experimental, me envió un correo del Tantra Nepal en el que las recomendaciones para una vida plena y más tranquila me hicieron mucha ilusión, jamás me imaginé que llegaría al punto mas insólito al que cualquier ser humano –y especialmente el mexicano- puede llegar.
Una de las recomendaciones de aquélla alternativa para mejorar la vida era ver menos televisión y leer un poco más aunque claro, yo siempre he tenido el habito de la lectura porque mi madre siempre fue un ratón hippioso de biblioteca pero lo que me sucedió con la televisión fue espeluznantemente genial: No sólo dejé de mirarla tanto si no que llegué al punto de definitivamente dejar de verla, hallándola aburrida y perjudicial.
Después de casi seis meses de estar desconectado y de no encenderla, volví a mirar la televisión. Mi reacción fue inesperada, principalmente al ver la televisión a nivel nacional: 9 de la noche y todo mundo en sus casas viendo una porquería que cuenta la vida de una horrenda, estúpida, insignificante e insípida secretaria que está perdidamente enamorada de un bobo, estúpido, imbécil, tonto, cretino e irritante hombre de negocios. Claro, no pueden estar juntos por azares del destino. ¡Y mejor que no estén juntos! ¡Pero tampoco entiendo porqué no puedan estar juntos! Aunque entiendo el porqué quieren estarlo: ¡Son igualitos! y aunque quise tratar de meditar para entender porqué semejante telenovela tiene tan embobado al pueblo mexicano, la respuesta vino a mi mente como por arte de magia: La pendejada se pega y por eso estan todos tan apendejados con semejante fiasco de la televisión.
9:30 PM e inicia una canción de Marco Antonio Solís “El Buki” y la cortinilla de entrada parece interesante: Tres mujeres perversas que seguramente también están enamoradas y harán de todo por lograr su amor, pero no, que esas tres ni son las protagonistas pero opacan a las que pudieron serlo y la historia está llena de crímenes, de malvados sin motivo y de mucha inelocuencia y aunque quedo en shock por las actuaciones tan exageradas, yo, que soy una biblioteca telenovelera porque soy amante del género y hasta escribo las propias, me pongo a analizar y caigo en el veinte de que es una versión mal lograda de Pasión y Poder y que la historia ha sido transgiversada por Salvador Mejía Alejandre para comprobar que en México el género telenovela ya está por los suelos.
Me pongo a pensar qué hace Edith Gonzáles ahí y caigo en el veinte de que sus últimas actuaciones (Salomé, La Mujer de Madera) no han sido del todo gratas y caigo en que el título, Mundo de Fieras, les ha quedado como anillo al dedo: Es una novela de puras gatas… que no entretiene ni a las gatas…
Cambio de canal y más telenovelas: las de TV AZTECA siempre con aires de producciones cinematográficas con actores extranjeros que solo han venido al país a apoderase, como siempre ha sido y con historias que se presumen de originales y que no son mas que las copias chafas de producciones argentinas y colombianas… y ni qué decir de los comerciales… ¿No se han dado cuenta de que en los canales de esa televisora hasta los comerciales se ven diferentes? Como si fueran las copias piratas… su resolución es de pésima calidad y hacen que el canal luzca pobre… ese sí ni cuando fui adicto a la TV lo miré… siempre se me hizo feo, vulgar, corriente, pleitero, de verduleras de poca monta y pirujas de esquina –sin ofender a los presentes-, nada pípiris, nada náis…
Sigo cambiándole: las noticias ¡que horror! Programas de operaciones que solo alientan a las personas a desfigurarse y más a la juventud de hoy en día, esos chavitos de 20 años hacia abajo, que son tan materialistas y superficiales y que sueñan con tener la fortuna de Atenea Onassis pero para disfrutarla como Paris Hilton…
Reality shows en casi todos los canales en los que no se porqué casi siempre hay un villano que no pueden sacar si no hasta el final para mantener a los idiotas pegados a la TV… y mi última esperanza es ver un canal de películas pero hasta el HBO, el Cinecanal y el Cinemax transmiten películas viejas, como si estuvieran seguros de que por vivir en el tercer mundo los mexicanos no mereciéramos ver sus estrenos, seguros de que quizás las películas también nos llegan con 10 años de atraso.
Sufro, lloro, berreo y me doy cuenta de que no hice mal al dejar de mirar televisión, me aseguro de que sólo hay porquería en ella, de que pierdo mi tiempo haciendo entripados por mi insatisfacción al no encontrar absolutamente nada de mi agrado… le dejo en los comerciales de un canal… me voy a la cocina a prepararme un té de tila… regreso y me meto a la cama… tomo el control para apagar el maldito aparato que me estresa y oh por Dios… ¡Oh my God! ¡Nooooooo! Mis pupilas se erotizan y mi cuerpo siente una maquiavélica sensación: se me ha invadido de mariposas que revolotean dentro de mí. El arrabalerismo más selecto de todo México, claro sin contar a Carmen Salinas, Sergio Ramos “El Comanche”, Maribel Fernández “La Pelangocha” y demás piojosos… ¡No puedo creer lo que está frente a mi! ¡Laura León gritoneándole a Güicho Domínguez! ¡Discutiendo por un insignificante billete de lotería que los ha vuelto millonarios! Me quedo pasmado, es un déjavu muy sui generis que no deseo que se termine. Me quedo como idiota observando cada escena de aquel producto tan despiadadamente Kitsch, no quiero dejar de verlo. Me hace reír, su vulgaridad tiene una razón, un motivo... y hasta el tema musical te confirma que no es un melodrama para sufrir o llorar, si no para divertirse con los disparates: "Si tú quieres salud... si tú quieres amor... si tú quieres reír... si tú quieres gozar...¡El premio mayor...!" pero como todo en la TV, ese episodio llegó a su final y le dio la bienvenida a la jocosa y pujeante Thalía con su Quinceañera sin embargo mi razón decidió que ya era demasiado tormento para unas escasas horas de la noche por lo que tomando el control remoto decidí acabar con la función, recordando a aquella amiga mía que me envió esas recomendaciones de cómo hacer más pacífica y ligera mi vida... sin la televisión.
Para leer más de Omar Tärsis Berzeg visita http://otarsis1978.tripod.com
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4 comentarios:
No ma...!! La tesorito es la neta con su voz de barrio y sus atuendos lujosos, q yo creo, su vida si es el premio mayor. Una señora de barrio a la cual le pagan por hacer un show en la tele y ahora es adinerada!!
Ay,ay,ay, mis tesoritos lindos!!!
Pero no como? No puedo creerlo, la Terosrawers es uno de mis íconos, yo recurdo lo mucho que me hizo bailar y reír con "Suavecito, Suavecito" o "Que siga la fiesta" y como olvidar aquel estribillo que decía "El hombre es como el oso mientra más feo más hermosooooo", de hecho tengo unatía que se parece mucho a mi Tesorito linda y esa tía es mi preferida.
Ay,ay,ay
No porque sí La Vogue adorada la tributa a cada momento personificándola.
Juar Juar
Le amo Señorito, ¡usted siempre tan Pipiris, tan Nais!
Claro que todos amamos a la Tesoro, pero no puedes pasar por alto las repeticiones de La Carabina de Ambrosio, los Polivoces y el programa entrañable de Luis de Alba.
He de confesar que yo sí veo ciertas cosas de la TV además de lo meramente Kitsch: Me refino mucho de MTV (a excepción de la mierda de Laguna Beach) y lo demás lo reparto entre Disney Channel, Jetix, Nickelodeon y Canal 5, cazando a todas horas a Los Padrinos Mágicos.
¡Ni modo! Creo que estoy condenado a estar enamorado de dibujos animados de cabello verde: cuando era más jovencito, de Shun, el caballero de Andrómeda, y ahora de más grandecito, de Cosmo, el Padrino Mágico. Confesiones de un dibujoanimadofílico.
Lo de pedir disculpas era por lo de "pirujas de esquina" o por lo de "nada pipiris, nada nais"??????
juar!!!
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