jueves, octubre 12, 2006

Momo y el tiempo perdido.


Pasa del mediodía y voy llegando a casa. Hoy mi rutina de los últimos días ha tenido una variante. Recién estuve enfrascado en una onda de conectarme al Internet por ahí de las 10 pm y desconectarme como 5 o 6 am para dormir y despertar a las 12 o 1. Bueno, por momentos escribiendo y en otros en el msn o el Chat con los amigos, nada sobresaliente.
Ayer mi amigo Lalo me invitó a su escuela a tomar clases de la nueva carrera que está emprendiendo. ¿Te cae que eso existe? Sí, carnalito, ven para que tomes unas clases y veas a los chicos que me gustan. Ok, voy, ¿pero te cae que existe?
Administración del tiempo libre. ¿Qué madres es eso? Ya había escuchado hablar de ella pero… ¿existe? Resulta que sí. Anoche me acosté temprano para levantarme temprano, pero hay rutinas de las que es difícil desprenderse. Estuve hora y media dando vueltas en la cama, cambiando de posición y moviendo las almohadas, pero nada de poder dormir. Maldita sea.
Por fin lo conseguí. Quedé en verme con él las 9 en su escuela, pero si dormir temprano me fue difícil, levantarme temprano fue peor. Dijo que me esperaba en el reloj de Metro Sevilla para irnos juntos, pero a la hora señalada yo apenas salía de bañarme, así que mejor lo alcancé en su escuela.
Desde que entró a estudiar lo he molestado con que mi niño regresó a clases. Días antes que empezara lo presioné para que forrara sus cuadernos, le sacara punta a los lápices, marcara la lonchera y le pusiera nombre a su suéter. No hizo nada, creo que ya no los necesita. Es por fin un universitario estudiando una carrera que parece más un mito urbano.
Llegué a su escuela. Un edifico horrendo, parece prisión. Total, a veces la escuela se convierte en eso, mejor hacerse a la idea con el aspecto físico del edificio. No todo es como en Rebelde.
Di que vas a pedir informes, que te abran el elevador y te bajas en el tercer piso, estoy por salir de clases, te alcanzo afuera del elevador. Ok. Llegó y lo primero que me hizo notar es que he subido de peso. Para eso son los amigos. Me vuelvo a levantar temprano para ir a verte, cabrón!!!
Me llevó a su salón de clases y me presentó a algunos compañeritos. Supuestamente hay mucho homofóbico por lo que no se siente muy a gusto y él quiere tirarse a unos pero no le creen que sea gay. Vi a varios con aire innegable de closeteras. Lalo! Lalo! Unos dos tres por ti y por los tres gays que están ahí sentados! Me enseñó a un par que le gustan. Habló con una compañera del chisme del día, dicen que la chica anda con uno de otro grupo pero es chisme. De repente recordé mi secundaria.
Fuimos a la cafetería con su Miss de la primera clase a tomar un cafesín. Me cayó bien la Miss, de pronto muy de pose pero buena onda. Platicamos un rato y salían por todos lados tipillos con aire de gay que juran no serlo. Lalo, la Miss y yo reíamos. Supuestamente en la clase de la Miss iba a entender qué es un administrador del tiempo libre, pero como no llegué, sigo en mi ignorancia. Al final, mi idea de que los administradores del tiempo libre estudian para ser botargas del Dr. Simi no fue refutada.
La Miss regresó a clases y Lalo también. ¿Me esperas a que salga? ¿A qué hora sales? A la 1. Wey, son las 10:30, mejor nos vemos después. Sale, carnalito, te quiero. Bye.
Regresé a casa pensando que en mi empresa de saber qué es un administrador del tiempo libre lo único que logré fue perder el tiempo. Para la otra sigo durmiendo hasta la 1.
Pacus dixit.
No son figuraciones, son fregaderas de la vida.

1 comentario:

Pável dijo...

Te pareces tanto a mí... chale, eso de pararse a la una por estar de enajenado en internet hasta bien entrada la madrugada me suena muy muy muy familiar...