miércoles, octubre 18, 2006

Naturaleza humana

Parte 1
La felicidad



¿No somos curiosos los seres humanos? Siempre viviendo a la expectativa….Siempre esperando nuevos cauces en los cuales desemboquen todas y cada una de las contradicciones tan intrínsecamente nuestras.

Oposiciones de momento, retrasos, demoras; todo aquello que pueda ser marcado por medio del tic-tac de tu reloj biológico, natural, familiar o laboral….Y encima de esto, y pese a las responsabilidades, presiones, enojos, lluvias, vorágines, vientos frescos, lágrimas, relaciones interpersonales, fracasos, rupturas, ilusiones y amargas decepciones, hacemos creer a nuestro humilde intelecto (y al de los demás), que por fin hemos llegado a la cúspide, aquello por lo que todos se desbaratan a lo largo de la vida y que solo logra hacernos mas y mas fuertes…..Hacemos creer a los demás que por fin somos felices.

¿Porqué?, quizás sea complejo y pretencioso tratar de explicarlo, pero haré lo propio, es decir, mi mejor esfuerzo:
Bien, los seres humanos como tales tienen la gran necesidad de sentir por sí mismos el triunfo. Y que mejor triunfo que aquella especie de trofeo, a simple vista inalcanzable: la felicidad.
Por nosotros mismos somos capaces de muchas cosas, pero nos es difícil reconocer que el mérito de ser feliz no nos pertenece única y exclusivamente, sino que, por el contrario, es un esfuerzo o una realidad en la que participan muchos factores, tanto familiares, personales, psicológicos y patológicos.

La felicidad, per se, no es un hecho que se asume al tener la calidad de tal o cual cosa, sino que se va construyendo poco a poco (por lo menos es así como nuestra educación nos ha permitido aprender).

En base a esto deduzco (con el temor a equivocarme) que no hay mayor satisfacción que saberte querido y admirado en todos tus aspectos.

La sensación de que Juan diga "mira que bonita familia….deben de ser tan felices", mientras que Claudia cuchichea "el trabajo de _______ es tan bien pagado, que de seguro es feliz porque tiene todo satisfecho", es, sin duda, aquello por lo cuál pelean día con día los entes de carne y hueso, dotados de intelecto, aquellos a los que simplemente llamamos cariñosamente "humanos".

No hay nada mejor que saberse entero, completo, aunque esto, en el fondo de nuestros pensamientos y deducido mientras descansamos la cabeza en una almohada, no sea cierto.
No es nuestra culpa el querer hacerles creer a los demás que somos felices, esto es una consecuencia mas del estándar al que hemos sido sometidos, mediante una amplia campaña publicitaria de por vida, la cuál tiene como base al mamá, al papá, los hijitos, el perro y una hermosa casa amarilla en un buen fraccionamiento, con un flamante (frase coloquial un poco mamerta, que recuerda a los telejuegos) auto último modelo.

Pero ¿alguien se ha puesto a pensar en que esto no es realmente la realidad a la que seremos sometidos? No lo creo. Si así fuera, no existirían tantas familias disfuncionales, divorcios, desviaciones, depravaciones y hasta en últimos casos, corrupción (imagínense, esos hermosos seres, cuasi perfectos, cometiendo actos de esta naturaleza…..simplemente un rotundo no).

Entonces, surge aquí un importante cuestionamiento: ¿es capaz el ser humano de ser feliz sin que sobre el interactúen fuerzas externas? ¿O solo tenemos programado, de fábrica, el golden dream que se traduce en la felicidad completa y perpetua?.

A lo largo de nuestra vida nos bombardean con cientos y cientos de estereotipos, algunos derivados del sueño utópico de sus creadores, otros solo forman parte del dominio popular y por lo tanto, son considerados válidos y aceptados, sino a ciencia cierta, por lo menos de una manera generalizada.

Los estereotipos, aclaro, no son malos por sí mismos, sino que se vuelven un verdadero lastre cuando los seres humanos los llevamos al extremo….y esto se puede traducir en que te guste la música clásica y te sientas casi casi parido por Bethoveen.

Bueno, pues el asunto de la felicidad se basa mas o menos en lo mismo: si tienes carro del año, éxito profesional, cuenta de cheques en dólares, tarjetas de crédito, una linda pareja y reconocimiento, ya la hiciste….pero, no es de sabios pensar que el llegar a la meta final de nuestras vidas requiere de algo mas que, sino es material, es espiritual???.

Digamos que todo lo anterior te da estabilidad y un cierto tipo de confort, esto es entendible, pero de ahí a decir que todo eso se traducirá en tu vida como aquello que te hace sentir pleno, sinceramente no lo creo.

Es ahí donde me pregunto ¿Dónde dejamos la felicidad del individuo como tal? ¿acaso nosotros estamos programados para ser felices en base a nuestros logros, parejas, dinero, sin importar que tan mal nos sintamos interiormente?.

Es un tema un poco complicado……quizás sentirnos felices siempre, siempre, tendrá que ver con una fuerza externa que nos hará sentir realizados, no obstante los múltiples episodios decadentes y de tristeza que hayamos tenido que pasar, y no importando si éstos desencadenaron en nosotros una patología para actuar a lo largo de nuestro camino…….no, no, no, eso simplemente no importa, porque puedes ser un ser humano atrofiado psicológicamente para amar, pero tienes una excelente visión para los negocios, y esto, si, ESTO mi estimado lector, será mas apasionante y venerado por las masas, a las cuáles pedimos y clamamos su aceptación.

Así que, a ser felices amigos!!!! Busquemos una ocupación, en el cuál estemos de 8 a 8 (es necesario que haya dejado de apasionarnos, sino, no vale), ahorren dinero para el enganche de casa o carro, tengan una pareja socialmente aceptable y ya está………..la felicidad a sus pies.




Renaciendo desde las cenizas (cual ave fénix)
Ms.Orizschna

2 comentarios:

Pável dijo...

En muchas cosas coincido, en unas poquitas difiero. Dentro de esas en las que no concuerdo del todo es en la noción de felicidad, creo que la estás equiparando con la noción de éxito y no hay que confundir la gimnasia con la magnesia.

Desde mi punto de vista, la felicidad es un estado tan mutable como todos, tan inasible e inaccesible en un estado puro y estático como lo es la verdad. La felicidad no es, entonces, un estado que se conquista como un podio después de una carrera, sino pequeños lapsos intermitentes a lo largo de la carrera misma.

Claro está que la felicidad se nos escurre de las garras como arena fina, pero podemos saber que estuvo ahí por el tacto que nos delató la presencia de su piel grana. En el mundo hay mucha gente exitosa. Pero por desgracia, o por fortuna -qué sé yo- hay muy poca gente feliz.

Orizschna dijo...

Pável!
El texto es en sentido irónico.
Solo trato de desentrañar un poco lo que he venido escuchando.
Si, desgraciadamente es el concepto que tienen muchos de la felicidad.

Saludotes!