jueves, septiembre 28, 2006

De la exposición de la intimidad

O de cómo me convertí en Blogger.

Pensaba un poco (a veces lo hago) acerca de mi paso por este medio de expresión nuevo para mí y que por culpa de Pavel inicié… no hay mucho que decir.

De repente me resulta extraño el mecanismo, pero al fin de cuentas las respuestas me son similares a las que tuve cuando me preguntaba mi paso por el Chat. Una vez un tipo me dijo que entraba al Chat porque se sentía solo. Hueva. La verdad yo no entré por soledad, entré por morbo. Me parecía extraño cómo de pronto un tipo al que ni conocía y que seguramente jamás conoceré, me empezaba a platicar su vida. ¿A mí qué con su vida? ¿Quién soy yo para que este sujeto me vacíe sus penas?

Y ahí estábamos los dos, uno escribiendo y el otro leyéndolo y viceversa. Al final terminamos en una plática interesante. El tipo sintiéndose igual de vacío que al principio pero un poco más relajado y yo, yo tan sólo con el deseo de entrar una vez más a ver qué otras experiencias tendría. Y así desfilaron de pronto un sin número de personas en situaciones similares. ¿Qué madres? ¿Acaso tengo un imán o entré con un letrero que dice: cuénteme sus penas? ¿Por qué carajos me vienen a decir eso? ¿No podríamos hablar de banalidades?

De pronto caí en la cuenta de que yo por lo general soy tímido para hablar de mis cosas, difícilmente las suelto y sólo a personas seleccionadas (por así decirlo). Y ahora de pronto acá estaba, cayendo en el juego, hablando de mí con soltura jamás experimentada. Pensé que eso sucedía por un mecanismo simple: no sé con quién madres estoy hablando, quién es mi interlocutor, no sé qué trascendencia tendrá en su vida lo que le digo ahora, si lo está tomando en serio o simplemente se hace pendejo, si piensa que es cierto o no. Al final, de cierta forma, hay un falta de responsabilidad lo quiera o no. Cuando platico con alguien, me gusta verlo a los ojos, si siento que él no me atiende, a volar. Acá no es posible, en el msn, en el Chat, en cualquier otra forma de comunicación virtual que no incluya imagen, no sé si el proceso de comunicación se completa en verdad, no sé si mi receptor está siendo partidario de lo que escribo o se lo pasa como el papel higiénico. ¿Qué tanto realmente se concreta el proceso comunicativo?

De alguna manera, la soltura para hablar con un receptor que desconozco me viene del desconocimiento mismo, es más fácil porque pienso que lo que sea que diga no tendrá repercusiones, al menos no inmediatas en mi contexto personal, entonces de pronto es más fácil hablar, sobre todo cuando el otro se encuentra en Argentina, Bolivia, Italia, etc. y no afectará mi rededor méxico-oaxaqueño. ¿Pero es eso un expandir mi horizonte amistoso o es un no responsabilizarme por lo que digo? Sí, la postura al final está en cada uno y es algo personal, ¿pero es en verdad conciente? Sí, algunas veces. De pronto es rico no responsabilizarse. Pero en otras ya es entrar en automático a una convención.

Y de pronto surgen los Blogs, una forma de expresarse ante extraños. Subes a la red parte de tu intimidad, de tu vida diaria, de tu forma de pensar y de pronto piensas ¿a quién le importa? Y resulta que sí, que hay gente que lo lee, te van conociendo y los vas conociendo. Surgen buenos amigos y agradeces por eso, otros que pasaron y ni pena ni gloria, de todo un poco.

A la par están las revistas de celebridades donde les exponen hasta los calzones. Los pseudo periodistas dicen: son figuras públicas y a la gente le interesa saber lo que hacen. ¿En serio? ¿En verdad me interesa saber si Niurka no era complacida? Los talk shows sacan a la luz universal la desgracia del alma humana y nos divierten, los diarios perdieron el factor de noticia y exponen el morbo diario, la nota roja es cuando más deja y el Internet nos permite saber lo jamás pensado. ¿En verdad la comunicación está progresando?

Y los Blogs de pronto asumen ese sentido, como una auto proclamación de la intimidad expuesta, al fin que la pena se pierde cuando no sabes quién es tu interlocutor.
Y digo… ¿qué tanto es verdad esto? ¿Qué tanto arriesga o pone en juego cada persona al subir un post o al subir algo a la red?

Parece que algunos sí lo hacen, les preocupa subir algo decente o buscan tener algo que decir. De pronto también se busca una afirmación por parte del otro: qué interesante lo que escribes, eres genial, me encanta leerte, eres wow, te admiro…

Al final, puede ser todo y nada, cada uno va tomando una postura, ¡claro! los que en verdad se lo preguntan, los demás adoptarán la moda y seguirán adelante, cuando salga otra cosa irán corriendo a ella.

Por lo pronto son más preguntas que respuestas. Y sí, no busco dar respuestas, no me gusta dar respuestas, simplemente hay cosas que a veces me pasan por la cabeza. Las nubes pasan por el cielo y toman formas.

Mientras tanto lo que nos queda es seguir posteando! Y claro, dormir, dormir un rato que buena falta nos hace. Mañana debo ir con el dentista y me tendrá que poner una goma en la mandíbula para que no muerda la fresadora (o como madres se llame) cuando cabecee al quedarme dormido.

Por lo pronto me despido y ya entraré después a esto. Desde las afueras de la sinrazón.

Atte: El Paco

No son figuraciones, son fregaderas de la vida.

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