lunes, febrero 12, 2007

Con sueño y en la oficina

Ha ocurrido que en algunas ocasiones siento mis nudillos calientes. Y no precisamente por cometer algún pecado de esos que se sienten bonito. Cuando escribo lo más rápido que puedo terminan mis manos moviéndose como si pensaran solitas. A veces, debo admitirlo, no son muy buenas pensando: me he llevado dos que tres regaños por echarme tremendos maquinazos —como mi panda sensei, jefe de información, llama a esos despliegues de caracteres llenaplanas—, pero en fin, termino cumpliendo con la chamba de cierto modo.
También pasa cuando hay cierta conexión con el texto que traigo en la cabeza. O ocurre cuando estoy muy presionado.
Hoy me arden los nudillos y un poco los ojos.
He salido casi en calidad de exhibicionista al Oxxo en tres ocasiones para hacerme de buenas dosis de cafeína en todas sus versiones.
Y aún queda chamba.
No me quejo, simplemente se siente feo saber que estás cansado y que aún te queda una buena carga de trabajo.
Para estas ocasiones de termino danzando “Dancing shoes” como loco. Y eso que los Artic Monkeys no son mi hit. Pero la verdad es que ya son las tres de la madrugada y me quiero ir a dormir...

1 comentario:

Jared dijo...

Mundito tenia sueño...
Awww... poor baby!

Mundito, tomate un torito!